En este artículo exploramos sus diferencias clave y por qué, si usas Proxmox, LXC es la mejor elección.


En el mundo de la virtualización ligera, dos tecnologías destacan por encima del resto: Docker y LXC. Ambas permiten ejecutar aplicaciones o sistemas completos en contenedores aislados, pero tienen enfoques distintos y usos recomendados según el entorno.

En este artículo exploramos sus diferencias clave y por qué, si usas Proxmox, LXC es la mejor elección.

¿Qué es Docker?

Docker es una plataforma de contenedores pensada para empaquetar y ejecutar aplicaciones de forma ligera, rápida y portable. Cada contenedor incluye una aplicación junto con sus dependencias, lo que permite que funcione de forma idéntica en cualquier entorno. Esto lo convierte en una herramienta muy popular en desarrollo, CI/CD y despliegues cloud.

Características de Docker:

  • Ejecuta una aplicación por contenedor.
  • Enfocado en la portabilidad.
  • Ideal para arquitecturas de microservicios.
  • Soporte amplio de herramientas y orquestadores (como Kubernetes).
  • Muy utilizado en pipelines de CI/CD.

Si quieres saber más sobre Docker o aprender a utilizarlo, no dudes en registrarte en voidNull para tener acceso al curso de Docker.

Curso Docker: Todo sobre los contenedores
Docker ha revolucionado la manera en que se despliegan y administran aplicaciones.

¿Qué es LXC?

LXC (Linux Containers) es una tecnología de virtualización ligera a nivel de sistema operativo. Permite ejecutar un sistema GNU/Linux completo dentro de un contenedor aislado. A diferencia de Docker, no está enfocado en ejecutar solo aplicaciones, sino que proporciona un entorno completo similar a una máquina virtual.

Características de LXC:

  • Ejecuta un sistema operativo completo.
  • Mejor aislamiento a nivel de red, sistema de archivos y procesos.
  • Perfecto para administrar servicios de forma tradicional.
  • Integración directa con Proxmox VE.

Si quieres saber más sobre Docker o aprender a utilizarlo, no dudes en registrarte en voidNull para tener acceso al curso de Docker.

Curso de Proxmox Virtual Environment: Aprende todo lo necesario sobre la virtualización
La virtualización se ha convertido en una herramienta clave para optimizar recursos, mejorar la gestión de servidores y aumentar la eficiencia de cualquier infraestructura IT. Proxmox Virtual Environment (PVE) es una de las soluciones más potentes y versátiles en este ámbito, ofreciendo una plataforma de código abierto para la gestión

Diferencias clave entre Docker y LXC

Característica Docker LXC
Enfoque principal Ejecutar aplicaciones Ejecutar sistemas completos
Nivel de virtualización A nivel de proceso A nivel de sistema operativo
Portabilidad Muy alta Limitada al ecosistema Linux
Integración con Proxmox No nativa Soporte completo e integrado
Seguridad y aislamiento Bueno Mejor aislamiento por defecto
Gestión para sysadmins Mediante herramientas Docker Como cualquier sistema GNU/Linux
Uso de recursos Muy ligero Ligero, pero con entorno más completo
Tiempo de arranque Muy rápido Rápido, pero más lento que Docker
Acceso al sistema completo Limitado Acceso total como si fuera una VM

¿Por qué usar LXC en Proxmox?

Proxmox VE, la plataforma de virtualización basada en Debian, ofrece soporte nativo para LXC. Esto convierte a LXC en la opción lógica si ya estás utilizando Proxmox para gestionar tus servidores.

Ventajas de LXC en Proxmox:

  • Integración total con la interfaz web de Proxmox.
  • Soporte para snapshots, backups y migraciones como si fuera una VM.
  • Puedes usar plantillas para desplegar contenedores rápidamente.
  • Menor consumo de recursos que una VM completa.
  • Facilidad para gestionar servicios con herramientas tradicionales (SSH, systemd, apt, etc).

¿Cuándo es mejor usar Docker?

Aunque LXC es ideal para entornos tipo servidor y virtualización con Proxmox, Docker sigue siendo una herramienta muy valiosa en otros contextos:

  • Entornos de desarrollo: Docker permite compartir entornos consistentes entre desarrolladores sin importar su sistema operativo.
  • CI/CD: Su velocidad para crear y destruir contenedores lo hace ideal para pipelines automatizados.
  • Microservicios: Cada servicio puede desplegarse en un contenedor separado, escalando de forma individual.
  • Despliegues en la nube: Docker se integra perfectamente con plataformas como Kubernetes, AWS ECS, Google Cloud Run, etc.
  • Laboratorios de formación: Distribuir contenedores Docker es una forma rápida de montar laboratorios reproducibles.

Conclusión

Si tu objetivo es desplegar y mantener servicios de forma eficiente dentro de un entorno como Proxmox, LXC es tu mejor aliado. Ofrece un equilibrio perfecto entre rendimiento, aislamiento y facilidad de gestión. Pero si trabajas en entornos de desarrollo, automatización o arquitecturas modernas basadas en microservicios, Docker sigue siendo una herramienta clave.

Ambas tecnologías tienen su lugar y pueden incluso convivir. Lo importante es entender sus diferencias para elegir la herramienta adecuada según el contexto.

Haz que cada palabra cuente: tu donación nos inspira a seguir creando contenido. Accede al apartado de Donación para hacer tu aportación